Nuestras familias son fuentes importantes de fortaleza, amor y apoyo. De la misma manera que las ciudades y las escuelas tienen planes de emergencia, usted debería tener un plan para asegurar lo más posible en la situación de su familia, sus finanzas y su futuro en estos momentos de incertidumbre. Tome pasos activos para prepararse y preparar a su familia por si acaso se encuentran con los agentes de inmigración u otros obstáculos. De esa manera se sentirá más confiado y preparado, y reducirá el estrés y la incertidumbre.
Todas las familias, independientemente de su estado migratorio, deberían tener un plan de preparación en caso de emergencia. Los planes de preparación familiar son una colección de documentos e información importante sobre la historia clínica de cada miembro de la familia, preferencias de cuidado para los hijos, números del Seguro Social, datos financieros, etcétera. Un plan de preparación también propone acciones inmediatas y de largo plazo a tomar si un miembro de la familia es detenido o corre riesgo. Si elabora este plan por adelantado, reducirá su nivel de estrés y su familia tendrá un mejor futuro.
Guarde todos los documentos que reunió y copió en una carpeta física y/o electrónica para poder compartirlos con otros miembros de su familia.
Es importante encontrar, copiar y organizar en una carpeta todos los documentos personales importantes: documentos de identidad, certificados de nacimiento y de matrimonio, registros médicos, financieros y escolares, y registros y cartas de inmigración, incluyendo su “número de registro de extranjero”, si lo tiene (el número de 8 cifras que comienza con una “A”). Puede compartir estos documentos con un abogado y con otros adultos o menores responsables para no perderlos y poder accederlos fácilmente en caso de emergencia.
Si sus hijos son menores de edad, consulte con un abogado si le conviene designar a otra persona para que los cuide en caso de que lo detengan o deporten. Las opciones serán distintas en cada estado, pero pueden escoger un representante legal, por medio de una declaración jurada de autorización de cuidador, un poder legal y otros tipos de cartas o formularios. Esta persona debería ser alguien de confianza que tenga residencia legal en este país. Si no conoce a nadie con residencia legal, haga un plan con una persona de confianza.
Esta designación quiere decir que si llega a pasar algo que le impida comunicarse con su familia (por ejemplo si lo recluyen en un centro de detención), la persona que usted elija puede hacerse cargo y tomar decisiones importantes para evitar que su familia se separe.
Ya sea que tenga que consultar a un abogado para resolver la situación de sus hijos, administrar sus activos financieros, comprender mejor sus opciones de inmigración o manejar un caso de detención, es probable que incurra en una serie de gastos legales. Si anticipa estas cuotas y ahorra dinero por adelantado, este proceso será más fácil y no tendrá que vaciar su cuenta en caso de emergencia.
Averigüe si una organización comunitaria local tiene un fondo de gastos legales de inmigración o de fianza para ayudar a cubrir algunos de los costos recién mencionados. Ciertos gobiernos estatales y locales también han establecido estos fondos. Usted o un ser querido pueden llegar a recibir ayuda económica de uno de estos fondos si lo solicitan.
Si su hijo es ciudadano de Estados Unidos, pueden obtener un pasaporte de EE.UU., lo cual le permitirá viajar fuera del país. También puede consultar con el consulado de su país de origen para averiguar si otorgan doble ciudadanía. Si la otorgan, puede conseguir doble ciudadanía para su hijo y sacarle también un pasaporte de su país de origen.
Si su hijo nació en otro país, vaya al consulado local para obtener un pasaporte.
Es útil que su hijo tenga un pasaporte porque si usted o un familiar tienen que dejar EE.UU. y no pueden volver por mucho tiempo, su hijo podrá viajar para visitarlo periódicamente.
Se estima que más de un millón de individuos indocumentados son elegibles para mejorar su condición migratoria bajo las leyes existentes. Use una de las herramientas gratuitas a continuación para ver si es elegible.
Si sus hijos son menores de edad, consulte con un abogado si le conviene designar a otra persona para que los cuide en caso de que lo detengan o deporten. Las opciones serán distintas en cada estado, pero pueden ser una representante legal, con una declaración jurada de autorización de cuidador, un poder legal y otros tipos de cartas o formularios. Esta persona debería ser alguien de confianza que tenga residencia legal en este país. Si no conoce a nadie con residencia legal, haga un plan con una persona de confianza.
Esta designación quiere decir que si llega a pasar algo que le impida comunicarse con su familia (por ejemplo si lo recluyen en un centro de detención), la persona que usted elija puede hacerse cargo y tomar decisiones importantes para evitar que su familia se separe.
Como parte de sus planes para el futuro, es importante que haga un inventario de sus activos financieros y piense qué va a hacer con ellos en el caso de que se tenga que ir del país, para no tener que abandonarlos o perderlos.
He aquí algunos activos comunes que podría perder si tiene que dejar el país y no hace planes por anticipado:
Los requisitos y el proceso para proteger sus activos depende de cada estado, así que debería consultar a un abogado licenciado para obtener ayuda.
Los niños frecuentemente se dan cuenta de las señales verbales y no verbales de sus padres y seres queridos. Comprenden cuando sus padres están nerviosos o ansiosos. Es importante tener una conversación con ellos sin alarmarlos sobre la persona que los va a cuidar en caso de que usted tenga que alejarse por un periodo de tiempo. Esto puede ayudar a reducir su ansiedad o incertidumbre que puedan estar teniendo sobre su futuro, y memorizar detalles importantes, como el número de teléfono y dirección del representante legal, en caso de que tengan que comunicarse con él. Dígales que, pase lo que pase, van a estar seguros, y que le digan si tienen cualquier tipo de preocupación.
Según una investigación reciente, las políticas de inmigración actuales pueden tener un efecto negativo en la salud y felicidad de los hijos con padres y familiares inmigrantes. El estrés debido a la incertidumbre sobre la condición migratoria puede causar depresión y ansiedad en los niños, incluso a partir de los cinco años de edad.
Si cree que su hijo puede estar experimentando ansiedad o depresión, hay varios pasos que puede tomar para ayudarlo. La depresión es tratable, y un profesional de salud mental puede ayudarle a diagnosticar y hacer un plan que usted y su hijo puedan hacer juntos.
He aquí ciertos signos de que su hijo podría estar deprimido:
Fuente: Anxiety and Depression Association of America (Asociación Americana de Ansiedad y Depresión, ADAA)
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